Los ahorristas se agolparon a las puertas de las agencias del Banco Federal intentando retirar sus ahorros (Oswer Díaz)
El Gobierno ha decidido intervenir al Banco Federal a través de una modalidad conocida como a puertas cerradas, es decir, las 153 agencias dejan de atender al público y los clientes no podrán movilizar su dinero hasta tanto se decida la rehabilitación de la entidad financiera, el pago de la garantía de Fogade o la liquidación.
De acuerdo con el artículo 301 de la Ley General de Bancos los interventores, que en este caso se trata de Mary Espinoza de Robles y César Orellana, pueden ordenar el pago de la garantía de Fogade que se traduce en un desembolso de hasta 30 mil bolívares a cada depositante.
Los interventores también cuentan con la facultad de elaborar un informe en los próximos 60 días recomendando la rehabilitación del Federal, es decir, la entidad financiera abriría sus puertas nuevamente y los depositantes podrían movilizar todo su dinero.
La otra opción es que el informe se pronuncie por la liquidación que implica que los depositantes cobran la garantía de Fogade y pueden obtener un extra si existen activos suficientes para cubrir este pago.
De acuerdo con lo señalado por el superintendente de bancos, Edgar Hernández Behrens, 273 mil 406 depositantes que representan 96% de todos los clientes del Federal recuperarían todo su dinero con el pago máximo de 30 mil bolívares que garantiza Fogade.
Un grupo compuesto por 11 mil depositantes no recuperaría todos sus fondos.
El presidente de Fogade, David Alastre, afirma que en caso de proceder el pago de la garantía el Fondo tendría que cancelar 2 mil 145 millones 752 mil bolívares, una cantidad que no representa problemas porque en la cuenta del Banco Central Fogade tiene disponibles 2 mil 554 millones de bolívares.
Además de estos recursos Fogade tiene inversiones en Vebonos y otros títulos por el orden de 4 mil 588 millones de bolívares, precisa Alastre.
Con una masa laboral de 3 mil 539 trabajadores al cierre de abril el Federal controla 2,84% de las captaciones totales de la banca venezolana y 2,37% de los préstamos.
Capital con crédito
Al ser consultado sobre las causas de la intervención, Edgar Hernández Behrens, afirma que a los accionistas del Banco Federal se les exigió un aumento de capital de 1.500 millones de bolívares, necesarios para "cubrir deficiencias de encaje, liquidez y mantener operaciones", pero solo hubo el compromiso de inyectar 100 millones de bolívares.
Jorge Kiriakidis, apoderado del Federal, indica que se trató de cumplir con el aporte de capital pero la Superintendencia de Bancos no lo aprobó.
"La Superintendencia de Bancos parece tener un criterio según el cual suscribir un aumento de capital en el que un accionista obtiene los recursos mediante un crédito es una operación que evidencia iliquidez, cuando obtener un crédito es señal de que se tiene capacidad de pago", dice Jorge Kiriakidis.
Nelson Mezerhane, presidente del Banco Federal, aseguró en Globovisión que el incremento de capital exigido solo fue por 400 millones de bolívares y que efectivamente fue objetado "porque era producto de préstamos que me habían hecho a mí o mis empresas y por lo tanto yo era un insolvente, o sea, todo el que pide préstamos en este país es un insolvente".
Jorge Kiriakidis afirma que los representantes del Banco Federal van a recurrir la medida de intervención a través de un escrito que introducirán en la Superintendencia y "después en los tribunales".
Además del aporte de capital la Superintendencia exigió que el Federal incrementara sus activos líquidos; mejorara la actividad de intermediación financiera y creara provisiones adecuadas.
La intervención fue anunciada a las dos de la tarde y el público tuvo tiempo hasta las 3 y media para tratar de retirar parte de su dinero antes del cierre de las agencias.
En la sede principal ubicada en El Rosal el público abarrotó la oficina pero a las 3 de la tarde ya no habían fondos.
Fuente: eluniversal.com
