TELÉFONOS DE EMERGENCIAS Y FARMACIAS DEL ORITUCO

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lunes, 23 de febrero de 2015

Jorge Roig: "La economía es más testaruda que la revolución"

Empresario metalmecánico con esencia de vendedor. Jorge Roig aún conserva piernas para subir algunas montañas más. “La presidencia de Fedecámaras, confieso, ha sido una de las cumbres más complicadas, pero como en la vida, disfruto el camino, la meta es transitoria”.
Los sectores productivos se han atemorizado por su pasado político, pero para el exjefe de fracción de La Causa R que salvó su voto 14 veces, es una asignatura aprobada. ¿Radicales? “También los hay, pero la vanguardia avanza”.
Como dueño de empresa desde hace 40 años, también ha experimentado las causas de la escasez de materias primas que antes producía Sidor. “En manos privadas la Siderúrgica del Orinoco alcanzó 4 millones 300 mil toneladas de acero y este año no procesará ni un millón… Y la gente no se conecta con las consecuencias: No hay cabillas, planchas de acero para el sector automotor, ni hojalata para envasar el atún, ni clavos, ni alambre de púas... Si a las empresas de Guayana les da una ‘tosecita’, Venezuela se enferma de pulmonía.
Tiempo atrás era el empresario comunista o el sifrino de La Causa R. Hoy no le presta atención a esas acusaciones de oligarca o capitalista apátrida.
- ¿Logró vender que Fedecámaras pasó la página del golpismo?
- Depende de mí clientela. Al Gobierno no le conviene comprarla, pero el país sí. En las últimas mediciones de las encuestadoras más importantes, Fedecámaras aparece con 68% de credibilidad, después de la Iglesia, incluso muy por encima de los partidos. Solo 22% opina que es el artífice de la guerra económica.
Al ataque- Empresarios presos. Culpables sin juicio. ¿Cuáles son los escenarios posibles?
- El sector oficial arrecia los ataques producto de la desesperación porque la opinión pública ya no los favorece. La gente está angustiada haciendo colas un día tras otro y las culpas se la atribuyen en 80% al Gobierno, no a Fedecámaras, ni una guerra económica. No ayuda para nada que a escasos días del nuevo sistema de control cambiario, el Gobierno haya dado señales tan negativas como perseguir y encarcelar a los empresarios, porque acentúa la desconfianza.
- Empresarios privados de libertad, sus negocios ocupados y los productos confiscados. Han avanzado en la imposición de un modelo económico que minimiza al sector privado. Están ganando la guerra económica…
- No estoy tan seguro
- Pero el Gobierno tiene el control del aparato económico.
- El control del aparato económico no significa que esté ganando la guerra. ¿Cuál es el objetivo, cogerse al país?
- Ya lo tienen...
- No. Todavía hay resistencia, fuerzas sociales dispuestas a protestar. Han penetrado, pero quedan reservas morales en el sector empresarial, la Iglesia, la academia y en las universidades independientes. Todavía hay una fortaleza moral y democrática. No sé qué clase de revolución están ganando, si no cuentan con los trabajadores, ni los estudiantes, ni los empresarios, sino con unos adeptos que cada vez son menos. Para mí ganar esta batalla es garantizar el bienestar y la calidad de vida.
- ¿Acaso no se está fortaleciendo a “paso de vencedores” el control político, económico para avanzar hacia el control total?
- Empezando, ya no somos empresarios, sino concesionarios, El Gobierno fija el monto de las divisas, aprueba el precio para adquirir los insumos, las zonas de distribución de los productos y el precio de venta. Si nos portamos mal, nos quitan el negocio. Ocurre ciertamente, pero el espíritu empresarial permanece en el tiempo. Y no hay nada más testarudo que la economía, mucho más, que una revolución... No es posible resolver un problema sin comprenderlo, ni ganar una guerra que no existe.
El sistema económico es más sencillo de reparar, difícil es reconciliar al país. Restituir los valores, educar... nos llevará un par de generaciones. La historia del país no se ha escrito solo en los últimos 15 años... algunos sucesos ocurrirán muy pronto.
La cruz a cuestas de Jorge Roig- ¿Por qué tan dispuesto a cargar con esa cruz a cuestas? Inédito, fue el único aspirante
- Cruz que promete ser como la subida final al Calvario en los próximos seis meses, pero ha valido la pena cargarla. Era un compromiso
- ¿En este víacrucis cuáles han sido las estaciones?
- Ja, ja, ja... Hacer el examen de conciencia y reconocer los errores que ha cometido la institución. El propósito de enmienda nos conectó con el país. Fedecámaras está para defender los valores en los cuales creemos.
Otra, es el miedo. Temo por el país, las empresas atravesamos momentos de muchísima dificultad. Enfrentamos a un Gobierno que ha demostrado ningún freno para imponer una agenda en contra de los intereses empresariales, en un combate muy desigual.
Y la Estación Gozosa. Aunque pareciera que los empresarios siempre estamos llorando porque no nos dan dólares, recorrer el país nos ha permitido conocer mejor a Venezuela y estar consustanciado con las realidades de cada región. Me siento orgullosísimo de ser empresario.
- ¿Cuáles son los pecados capitales del sector empresarial?
- La arrogancia, tenemos que ser más humildes y la ira por la impotencia frente algunas situaciones. No puedo meter la mano por un sector tan extenso, ni decir que son parte de nuestra organización, unos empresarios que se han acercado, pero que desarrollan prácticas reñidas a nuestros principios éticos y de responsabilidad social.
Fuente: El Carabobeño
Dhameliz Díaz